Junio en Colombia tiene un sabor especial. No solo por los sancochos domingueros, las empanadas de la esquina o el tinto que no puede faltar… también porque celebramos a ese personaje que lo sabe todo, lo arregla todo y siempre tiene una frase que te hace rodar los ojos, pero que igual te hace reír: el papá colombiano.
Un papá colombiano no es cualquier papá
Aquí no hablamos de un simple “dad” o “papi”, hablamos de ese papá que se echa la bendición antes de salir, que pregunta si ya almorzó uno, aunque no haya cocinado nada. El que da consejos que parecen chistes… pero terminan siendo verdades.
En Colombia, el papá tiene un rol de guía, ejemplo y figura cariñosa, aunque muchas veces ese cariño venga disfrazado de seriedad o chistes malos. Nos enseñan a madrugar, a no rendirnos y a que un huevo siempre salva la comida.
Celebrar a papá en nuestro país es más que un almuerzo: es prender la olla grande, reunir a la familia, contar anécdotas viejas y reírse hasta que duela el estómago. Es cocinar juntos, poner música del ayer, y brindar con jugo de mora o cerveza, según el estilo de la casa.
Este 15 de junio celebremos a los papás con lo que más les gusta: familia, comida criolla y mucho amor.