lo que realmente une a la familia
Hay algo que nunca falla en los hogares colombianos: el olor a comida recién hecha que llena la casa y reúne a todos alrededor de la mesa. Y es que en Colombia, cocinar no es solo preparar alimentos, es un acto de amor, de tradición y de orgullo. Es volver a lo simple, a lo sabroso, a lo nuestro.
No importa cuánto pasen los años, siempre volvemos a esas recetas que nos preparaban en casa: la arepa con queso al desayuno, el calentado del domingo, el tamal con huevo cocido, o esa sopa levanta muertos que solo tu tía sabía hacer bien.
Huevos: el ingrediente que nunca falta
En cualquier receta colombiana, Huevos Nápoles aparece como el héroe discreto pero poderoso. Ya sea frito sobre un arroz atollado, cocido dentro de un tamal o revuelto con hogao y plátano maduro. Es versátil, delicioso y 100% criollo.
¿Y lo mejor? Es ese ingrediente que siempre hay en la nevera y que resuelve desayunos, almuerzos y hasta pasabocas para ver el partido o celebrar el Día del Padre.