Si hay una palabra que representa el espíritu trabajador de los colombianos, esa es “camello”. En nuestro país, decir “estoy en un camello” no tiene nada que ver con el animal del desierto, sino con el esfuerzo, la lucha y la dedicación diaria para salir adelante.
¿Cómo usamos “camello” en Colombia?
En el día a día, esta palabra tiene varios usos:
- “Tengo un camello bravo” → Cuando el trabajo es exigente o difícil.
- “Me salió un camello” → Cuando alguien consigue un trabajo o una tarea que hacer.
- “Ese hombre sí camella duro” → Para describir a alguien que trabaja mucho.
El “camello” no solo representa el trabajo, sino también la actitud resiliente de los colombianos. Desde los vendedores ambulantes hasta los profesionales en oficinas, todos compartimos esa idea de que con esfuerzo y dedicación se puede salir adelante.