En Colombia, pocas palabras son tan populares y queridas como “pola”. Si alguna vez has escuchado a alguien decir “Vamos por una pola”, seguramente ya sabes que se refiere a compartir una cerveza bien fría, sin importar la ocasión.
¿De dónde viene la palabra “pola”?
El término “pola” tiene su origen en un homenaje a Policarpa Salavarrieta, conocida como La Pola, heroína de la Independencia de Colombia. En 1911, la Cervecería Bavaria lanzó al mercado una cerveza llamada “La Pola”, en honor a ella. La bebida se popularizó tanto que el nombre quedó en el habla popular para referirse a cualquier cerveza, sin importar la marca.
(Referencia: Revista Semana, La historia de la pola)
Actualmente, pedir una “pola” es sinónimo de compartir, de charlar entre amigos o de cerrar un día de trabajo con algo refrescante. No se trata solo de la bebida, sino del momento de unión y de la tradición criolla de disfrutar en compañía.
Ejemplo criollo
“Hoy es viernes, ¡vámonos por unas polas con los amigos!”
La palabra “pola” refleja cómo en Colombia transformamos las palabras en símbolos culturales. Es una muestra de nuestra creatividad lingüística y de cómo los momentos de compartir siempre encuentran un nombre propio en nuestro diccionario criollo.